De la Región de Ñuble
es el objetivo que tienen dos de los alcaldes que expondrán el próximo martes
24 de enero ante la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados, en
el marco del segundo trámite constitucional del proyecto que crea la nueva
unidad administrativa número 16 del país.
Es que pese a las
múltiples reuniones y visitas a terreno que efectuaron personeros de la Subdere
durante el proceso previo a la elaboración del proyecto de ley, las comunas de
Coihueco y Quillón no fueron ubicadas en las provincias, que a su juicio, más
las identifican y corresponden, administrativamente hablando.
Coihueco, por ejemplo,
quedó en la Provincia de Diguillín (compuesta por Chillán, Chillán Viejo,
Coihueco, Bulnes, San Ignacio, El Carmen, Pinto, Pemuco y Yungay, y cuya
capital será Bulnes).
Según su alcalde,
Carlos Chandía, en un principio se habló de una provincia Cordillera, lo que
habría justificado que Coihueco quedara junto a Chillán. Sin embargo, al
plantearse las tres provincias basadas en los territorios asociativos (Punilla,
Diguillín e Itata), el escenario cambió.
“Nos afectaría en
muchos términos quedarnos en Diguillín, no nos sentiríamos a gusto, porque
perteneceríamos a una provincia que tiene muchas más comunas (nueve), lo que
perjudicaría la distribución de los recursos, que es por lo que estamos
peleando. Tenemos muchos más temas en común con Punilla (que se plantea con
cuatro comunas: San Carlos, San Fabián, Ñiquén y San Nicolás); nos conocemos
desde hace años, identificamos nuestras fortalezas y debilidades. Además, la
conectividad es mejor con San Carlos que con Bulnes. Son bastantes más los
daños que los beneficios, si es que nos mantienen en Diguillín”, aseveró el
alcalde de Coihueco.
“NO TENDRÍA LÓGICA”
En el caso de Quillón,
según su jefe comunal, Alberto Gyhra, la comuna históricamente perteneció al
Departamento de Bulnes, y toda su vida ha estado entrelazada con esa localidad.
La comuna del Valle del
Sol, de acuerdo al proyecto de ley quedó ubicada en la Provincia de Itata
(compuesta por las comunas de Quirihue, Cobquecura, Ninhue, Trehuaco, Coelemu,
Portezuelo, Ránquil y Quillón), ya desde hace tiempo forma parte de la
Asociación de municipios del Valle del Itata, que persigue un horizonte
productivo común.
Sin embargo según
sostuvo el alcalde Gyhra, “una cosa es pertenecer administrativamente a una
provincia; y otra, a una asociación productiva. Son cosas distintas, y siempre
hemos estado ligados a Bulnes”, resaltó. De hecho, ambas comunas están
separadas solo por 17 kilómetros.
“Estamos a 15 minutos;
tenemos un buen sistema de locomoción; estamos en red con el hospital de Bulnes.
¿Se imagina trasladar a un paciente a Quirihue (futura capital de Itata), que
está a una hora y media? El juzgado, la cárcel, y la comisaría están en Bulnes.
No tiene ninguna lógica que nos dejen en Itata, y si es así, tendremos que
salir a las calles”, advirtió el alcalde de Quillón, quien no acudirá
personalmente a Valparaíso el próximo martes. Lo harán, en su representación,
el administrador municipal y el asesor jurídico.
San Nicolás se mantiene
en Punilla
El caso de San Nicolás
es distinto. Si bien pertenece asociativamente al territorio del Valle del
Itata, el proyecto la dejó en Punilla, y según ha sostenido su alcalde, Víctor
Toro, quieren seguir allí, por la cercanía que tienen con la futura capital,
San Carlos.
Pese a que no hay
interés por modificar el proyecto de ley, a petición del diputado Jorge Sabag,
Toro fue invitado también a la sesión del próximo martes. “Él quiere reafirmar
que desean permanecer en Punilla”, dijo el parlamentario.
El objetivo de estas
audiencias es convencer a los parlamentarios, y específicamente al Gobierno
-que tiene la exclusividad de introducir cambios de este tipo-, de modificar la
conformación de las provincias en el proyecto de ley que crea la nueva región.